lunes, 7 de noviembre de 2011

Para la gente que sueña con el príncipe azul:


Te quiero.
Nunca dos palabras han dicho tanto ni ocho letras tan poco.
Puede que no lo sepas pero una parte de ti lo siente. El amor es así. Acaba igual que empieza, sin darte cuenta. Es un tren que pasa muy pocas veces y cada una de ellas tiene un conductor diferente.
Ahora estoy en un tren. Decidí subirme. Fue sin pensar. De repente estaba ahí, mirando al maquinista de aquel tren que no dejé escapar. Eras tú.
De pie, cara a cara conmigo. Tu sonrisa, tus ojos, tus labios. Ya está. Mi mundo no va más allá.
No lo necesito, solos tú y yo contra nadie, contra nada.
Te tomo de la mano y saltamos del tren. Ya no dependemos de una parada porque esto nunca acabará. Ahora el mundo es nuestro, todo, hasta donde alcanza la vista. Y yo te lo regalo. El mundo tuyo es, de nadie más.
Veo una flor, pero no es como tú. Veo un arco iris, veo el mar, veo una mariposa, veo las montañas, veo el cielo, pero todo se queda pequeño a tu lado.
He fracasado; no encontré forma de demostrarte que te quiero. Dos lágrimas recorren mis mejillas. Tú me las secas con tus manos. Sonríes.
Por fin me doy cuenta, el amor se puede demostrar con una caricia, una mirada, un beso...
Eso es, me falta un beso, nuestro beso. Un beso eterno.
Soy tan feliz que parece un sueño ¿Puede ser qué todo esto haya sido un sueño? Si, si lo es.
Despierto, he despertado. Pero da igual porque sé que todo lo que he soñado es real. Porque tú eres real.
Te quiero.

Sonrie189 para los que han encontrado su media naranja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario