Miraba a la gente andando a paso veloz
Yo me preguntaba viéndolos así correr
Porque tendrían esa prisa, porque volaban sus pies
El vaho de sus bocas salía con su voz
Ese aire se llevaba a su paso un camión
Volvía a su casa cansado de trabajar
Un joven bien apuesto hablando sin parar
Él desaparece sin decir siquiera adiós
De mi asombro me despierta un ruido atroz
¿Quién llama a mi timbre con tanta efusividad?
Parece el cartero, tiene para mí una postal
Le abro y se oye subir al ascensor
Llega y yo le miro con una pizca de pasión
Es el chico, no el cartero quien viene hacia aquí
Dice "esta carta es tuya, no es para mi"
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Y esa es, querida Julieta, nuestra historia. Te la dejo en la pared de tu casa para que me respondas a una pregunta. ¿Existen las casualidades?ç
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